jueves, 21 de febrero de 2008

Adiós a Javier Avilés por Francisco Gutierrez

Discurso de despedida al finalizar función de "El Ogrito"



http://www.leon.gob.mx/cultura/modules/soapbox/article.php?articleID=298



adiós mi querido javier...
ESTE ES MI ADIÓS PARA UN GRAN AMIGO... PARA UN GRAN DIRECTOR DE TEATRO: JAVIER AVILÉS... QUIEN FALLECIERA ESTE DOMINGO...

Pensando en las palabras adecuadas para hablar sobre Javier, o para hablar de Avilés, me vinieron un cúmulo de ideas, sensaciones, sentimientos, recuerdos y, ante todo, enseñanzas. A todos nos cuesta creer el tener que estar parados aquí para rendir un homenaje a quién nos dejó un legado y a quién volcó su vida entera al teatro... a muchos aún nos queda un hueco de aquel que nos entregó un pedazo de sí mismo...


Director, actor, hijo, compañero de vida, amigo, hermano, amante, hombre.. ¿de cuál Javier debemos hablar hoy? ¿De cuál Avilés nos hemos despedido? De todos y de ninguno. De todos porque nunca dejó de ser alguno de esos "Aviles" en cualquier momento de su vida, y de ninguno porque en nosotros cabe la memoria de cada Javier Avilés que fue. Me cuesta trabajo hablar en pasado sobre la persona que cambió mi rumbo de vida, y estoy seguro que no sólo el mío sino el de muchos de los presentes. Desde mi historia puedo afirmar que él me enseñó a amar, a querer, a vivir sin medida y con pasión, a entregarme en el escenario... Y justo en este escenario en que estamos parados es dónde aplaudimos tu carrera con la misma entrega que tú te entregabas a él.

También, sabemos que con Javier no todo fue miel sobre hojuelas. Más de alguno recordamos sus regaños, sus chistes crueles, sus críticas desmedidas, su sarcasmo y, principalmente su elitismo, pero como creo que él pensaría ¿qué no somos el resultado de la selección natural?

Incluso, espero que todos hayan venido hoy con sus mejores galas porque sino tengan seguro que desde cualquier lugar en dónde se encuentre estará revisándolos de pies a cabeza... mmm... y por lo que veo más de alguno ya no estaría sentado aquí, si del buen gusto se tratara...

Así era él, casi siempre –por no decir siempre- con un humor ácido tras su sonrisa que mostraba una dentadura en perfecto estado, con un sarcasmo bajo la manga de sus siempre novedosas playeras, con una crítica que nos sacaba más de una risa a todos tras su perfecto sentido de la combinación...

Así era Javier, tan intenso en su vivir, tan exigente en el teatro... pero siempre buscando un equilibrio perfecto con lo superficial de las cremas antiedad y los tips de maquillaje de Audrey Aucoin; y atrás de todo eso, la sensibilidad escondida de ser amigo y la eterna búsqueda de la felicidad.

Desde la comunidad cultural habrá que agradecerle, como dirían los quíntuples Morrison, el arriesgarse en el trapecio sin red para cada montaje, para crear el Grupo Luna Negra, y aún más para ofrecer otro espacio de expresión en el Foro.

Desde el Grupo Luna Negra habremos que agradecerle los años de trabajo hechos y el camino que nos dejó... y aunque a veces los ensayos y talleres parecían una nueva versión de Esperando a Godot (por aquello de las pláticas sin sentido o las preguntas sin respuesta), estamos al igual que Estragón y Vladimir en el punto final de otro ciclo y sólo nos queda regresar mañana a esperar de nuevo a Godot, a esperar de nuevo la magia del teatro.
Si pudiera hablar por él... les haría algunas peticiones:

Al Instituto: no dejar de apoyar los proyectos que hacen pensar a la gente, los que conmueven, los que indican un verdadero trabajo, los que contribuyen a la sociedad, y no sólo los que dan pan y circo...

A la comunidad teatral: trabajar, sólo eso, trabajar siempre... mejorarse día con día, ser dignos con el teatro, entregarse a la escena y respetar a su público...

A Luna Negra: no detenerse, ser un equipo, trabajar perennemente, no cansarse, no ver los obstáculos como un muro, hacer teatro como nos lo enseñó.

A Javier Sánchez: Eres fuerte... el teatro es para ti, tú eres del teatro, sigue por el camino en el que has andado... y ante todo, sé feliz.

Es difícil parar de hablar sobre él... es difícil contener las lágrimas, pero estoy seguro que me hubiera dado un golpe bien sentado si hubiera llorado y no reído.

Javier, gracias por todo... lo único que lamento es que no hayas podido ver a Carrie Bradshow ni a Samantha en la pantalla grande pero sé que donde estés, encontrarás un buen lugar para disfrutar eternamente cada capítulo de Sex & the city, intercalando comentarios con Coco Channel y en la mano siempre un Cosmopolitan bien servido.

Antes de aplaudir una vez más por Javier, no quisiera que guardáramos un minuto de silencio, me gustaría despedirme con un susurro de notas musicales al oído... con las notas de aquella canción que Avilés disfrutaba cada vez que podía escucharla... (Ne me quitte pas con Ute Lemper).










Javier Avilés (de rojo), presentan la obra infantil, Arlequín Servidor de dos amos, con Javier Sánchez, actor; María Eugenia Jones, actriz (izquierda) y Gerardo Jiménez (derecha).